Este 19 de junio, se conmemoran 80 años de la “Tragedia del Humo” en la Mina El Teniente. Repasamos los detalles del suceso, su impacto en la minería, testimonios familiares y las lecciones que siguen vigentes en seguridad laboral.
Por JRLABRA
Este jueves, en el Cementerio N° 2 de Rancagua, la comunidad minera rindió homenaje a las 355 víctimas de la tragedia ocurrida el 19 de junio de 1945 en el yacimiento de El Teniente. Este incidente es, hasta hoy, el accidente minero metalífero más letal en la historia de Chile y del mundo. Bajo el nombre de “Tragedia del Humo”, el suceso conmocionó no solo a Machalí y Rancagua, sino a todo un país.
La ceremonia conmemorativa reunió a familiares de las víctimas, autoridades locales y ejecutivos de Codelco División El Teniente, quienes participaron en una sentida romería que incluyó discursos, ofrendas florales y un minuto de silencio frente al memorial que resguarda los nombres de los 355 trabajadores que perdieron la vida el 19 de junio de 1945.
Tragedia del Humo en El Teniente
El 19 de junio de 1945 comenzó como una jornada habitual en la mina. Eran las 7:30 de la mañana cuando un incendio en la fragua del nivel Teniente 1 desató una tragedia sin precedentes. Un tambor con petróleo había explosionado y desencadenó un incendio que liberó humo cargado de monóxido de carbono hacia las galerías subterráneas . Los sistemas de ventilación eran insuficientes y las salidas de emergencia mal señalizadas, atrapando a casi 1.000 trabajadores en su interior. El humo tóxico se propagó rápidamente por los túneles subterráneos de la mina, gestionada en ese entonces por la Braden Copper Company.
El fuego fue contenido recién por la noche, pero para entonces el daño ya era irreversible. La mayoría de los fallecidos murieron asfixiados por el humo en las galerías, sin posibilidad alguna de escapar. Sin embargo no fue posible acceder a los túneles hasta el mediodía del día siguiente, cuando ya se habían consumado las muertes por asfixia.
La ciudad minera se paralizó por el dolor
La noticia se esparció por toda la región como un reguero de pólvora. En Rancagua, Machalí y los campamentos de Sewell, el ambiente era de llanto y desconsuelo. Durante los días siguientes, se realizaron velorios colectivos y funerales masivos. El entonces Presidente de la República, Juan Antonio Ríos, viajó a la zona para encabezar las ceremonias. A las exequias asistió también el poeta nacional Pablo Neruda, junto a ellos se reunieron a más de 25.000 personas en Rancagua, donde se declaró un duelo nacional de tres días. El símbolo de aquellas lápidas blancas y el muro con placas de bronce permanece hasta hoy.
El balance final de la tragedia: 355 mineros fallecidos, 747 afectados por la intoxicación. La edad promedio de las víctimas era de 31 años, el 40% de ellos era casado, dejando a 150 viudas y 420 hijos.
“Fue como si la ciudad entera se hubiera detenido. Recuerdo los féretros alineados, la banda militar tocando marchas fúnebres y las familias abrazadas bajo el frío”, recordó este jueves Rosa Ubilla, agregando “Después eran dieciocho, después eran ochenta, después eran cien… después eran trescientas”, una cruda medición de la tragedia.
Alicia Reyes, última viuda sobreviviente, que ha asistido por 70 años consecutivos, declaró en 2015: “Soy la única viuda que queda… siempre recibo bondad y cariño”.
Por su parte, José Marín, de la Agrupación de Viudas, y André Sougarret, ex-gerente de división, subrayaron que la recordación anual refuerza la conciencia de que “no se puede producir ni un gramo de cobre si está en peligro la vida”
Testimonios de La Tragedia del Humo en el arte y en la cultura
La Tragedia del Humo ha sido inmortalizada en distinto ámbitos de la cultura, destacando a Pablo Neruda en su “Canto General” con “Catástrofe de Sewell”, fustigó la codicia que condujo al desastre. En la música Pablo Ilabaca (Chancho en Piedra) escribió “Teniente 1945”, a partir del relato de su abuelo, una víctima del incendio.
Seguridad minera: el antes y el después
La Tragedia del Humo no solo dejó un vacío en cientos de hogares. También marcó un antes y un después en la historia de la minería chilena. A partir de ese día, las condiciones de seguridad comenzaron a cambiar drásticamente.
Se instauraron protocolos más rigurosos, se mejoró la ventilación, se implementaron planes de evacuación y se creó un área dedicada exclusivamente a la prevención de accidentes dentro de la empresa.
“La seguridad es el legado más fuerte de la Tragedia del Humo. No podemos permitirnos olvidar”, señaló durante la ceremonia André Sougarret, ex gerente general de Codelco El Teniente y reconocido por liderar el rescate de los 33 mineros en 2010.
Hoy, a 80 años del desastre, Codelco continúa operando El Teniente con estrictos estándares internacionales. La mina cuenta con más de 2.400 kilómetros de túneles y se ha transformado en un referente mundial en minería subterránea.
El compromiso de la estatal va más allá de lo técnico: en cada ceremonia conmemorativa, en cada flor depositada en el memorial, reafirma su deber con la historia, con la memoria y con las vidas que marcaron un hito trágico, pero transformador.
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